EL LADRON Y EL POETA
a Walt Whitman, poeta estadounidense
Así me va, Walt. Voy rumbo al desierto y sólo quiero oír cuando termine el día que he crecido en compañía de lo quien en tí memoriza. Que debo ser feliz, vencer el desaliento. Que mi el yo canta en sí mismo, pero canta contigo, mentor, maestro.
Como la voz silenciosa, suave oída por Elías, te evoco con los ángeles de Jashmal, pero algunas veces hablan, rectifican, instruyen a los que aún activamente no se transforman en espada para este horror cotidiano que no aporta su estrofa al canto de la vida.
Así me va, como si no hubiese don ni permiso para sentir la libertad como el cimiento y el mundo quisiera deshacerse en polvo y arena, porque la naturaleza que amas también maldice al hombre; pero, profeta, ayúdame a organizar esta inocencia.
18-09-2000
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UNO, EL APELANTE, ¿QUE PUEDE?
Uno, ¿qué puede? si lo han robado. Han quitado la justicia que creyó tener, la certidumbre. Uno está preocupado hasta las nachas, creyendo ser libre, siendo esclavo, creyendo ser trascendente, aunque lo vapulean en raseros del tiempo.
Uno está tejido en las horas en aras de proyecto
Uno, ¿qué puede? acaso presentarse como leguleyo, o ser-acompañante más canalla, abogaducho de afilado colmillo y esperar gato por liebre, fiarse de que habrá de prepararse una disponibilidad, de quién o qué carajo a darnos el consuelo por el hurto, o compensación ya devaluada de lo hurtado...
¿Qué se puede, si acaso, disimulo de agonía, perreta ante ese final que vendrá, mostrándonos sus dientes con mueca de burla?
23-8-2002
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EL UNO, APELANTE
Caso perdido. Y vuelve el apelante a vivir de lo que se dice, «se opina» que hicíste el ridículo y eres una comidilla, sotta voce, del fracaso... y uno va y se distrae con lo que halla.
Se va al cine por estar oscuras, se va a la taberna para atontarse en licores, se va a los triunfos de otra gente, Don Nadie, nunca éxitos de suyo.
Y la muerte, en vela, siguiendo tu rastro y alegando «el proyecto definitivo yo lo doy. Tú muérete. Admite tu destino. El hombre es ser-para-la-muerte». Pero para morirte bien, te vuelves obediente y, en el peor de los casos, implorante.
Salíste a ver en qué mundo has vivido, rodeado de ladrones, putarracas, ídolos, hipócritas, embusteros de mil colores y los perdonas a todos antes de echarte de narices en la cura del ser y hacerte pastor del ser, alegando que es empeño de conocerte a sí mismo y a los demás...
Uno, el implorante, ¿qué puede? ahora que dice que los entes son inteligibles, el último escondite de la verdad / Verum / y del ser y el sentido y la angustia.
23-8-2002
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UNO QUE SE METE EN LA POESIA
Ahora que sólo un dios puede salvarnos, uno se mete en la poesía, reinvindica palabras, movilidad, historicidad y relaciones, se caga en las mugres de la temporalidad fija y el proyecto arrojado y la estaticidad.
¡Como quiere uno lo abierto como si fuera el agujero de la fosa, cómo quiere uno el esqueleto en caída libre al seno del misterio, en medio de fuegos artificiales, tan indiscretos de la Lichtung.
Uno quiere iluminarse en la absoluta historicidad del Ser. Uno quiere el fundamento infundado de todo aparecer. ¡Pero está angustiado todavía, irremediablemente angustiado todavía! Uno, ¿qué puede?
23-8-2002
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EL SECRETO QUE SOñO CON PALABRAS
El secreto que soñó con palabras (que son chavasca, leña menuda del monte de la Urania), el secreto que vive confeso en el chincual y quiso voces de azúcar, aunque morena sea la piel del sol y el sabor de la chincaca y el pisto, el secreto que halló la piedra, y con ella se hizo denso, el músculo del habla y el teótl, se enredó en el coral, esqueleto calcáreo y no halló la espesura de los ríos.
No vio la fluidez de los radionucleidos que se van a la jungla ni su estallido de luz maravillosa. ¡Qué tristeza de luz tiene la sombra!
09-01-1980
http://WWW.carloslpezdzurpuertorico.blogspot.com/2011/06/uno-como-nosotros-proyecto-de-video.html |